Todos sabemos que la memoria es muy frágil y que olvidar es más fácil que aprender. Desde esta web pretendemos no sólo recordar las antiguas tiendas de ultramarinos a partir de los aún existentes negocios de alimentación y de algunos de los bares que imitan su estética, sino también enseñar a las nuevas generaciones cómo funcionaban estos comercios.

En una época donde muchos productos se comercializaban a granel, es de esperar que se usasen herramientas para medir cantidades y abastecer al cliente medio. En las siguientes líneas, intentaremos enumerar los utensilios más usados en nuestras queridas tiendas de barrio:

  • Balanza y juego de pesos

Para pesar los quesos, los embutidos o los cereales y legumbres no había otra forma más efectiva que la balanza romana y su correspondiente juego de pesos. Como su propio nombre indica, este instrumento se usó desde tiempo de los romanos. Se caracterizaba por su fiabilidad (era muy difícil trucarla o modificarla) y posteriormente fue sustituida por la balanza, que no requería elevarla a pulso y era mucho más cómoda. Este instrumento, provisto de dos platos, uno para el producto y otro para las pesas, podía calcular el kilaje de pequeñas y medianas porciones. La balanza fue sustituida por la báscula de muelles, que indicaba el peso con una simple aguja y sin necesidad de pesas. Este sistema de muelles se convirtió en un sistema electrónico y fue así como nació la actual báscula electrónica, que aporta una precisión jamás obtenida anteriormente. Aún con todo esto, la romana sigue fabricándose y usándose en ciertas áreas rurales por paisanos que “no se fían de las modernidades” o nostálgicos sin remedio.

balanza tradicional

  • Bomba manual para aceites

Antiguamente, los aceites no solían envasarse para su uso doméstico, por lo que era muy normal que las familias tuviesen recipientes (de cristal, latón y más tarde de plástico) vacíos para almacenar el zumo de oliva.

Los abaceros a su vez, poseían una herramienta para bombear manualmente el aceite y verterlo en los recipientes que la clientela traía. A veces esta bomba no era exclusiva de los aceites y se podía llegar a usar para vinagres o vinos, aunque estos últimos solían estar en grandes depósitos llamados bocois, provistos de grifos.

bombadeaceiteFoto tomada de etnoleon.blogspot

  • Guillotina para bacalao

¿Qué sería de cualquier ultramarinos sin el omnipresente bacalao? Dado que estaba seco y que solía venir en grandes piezas, lo normal era partirlo de la manera más limpia posible. La guillotina para bacalao era perfecta para este uso, y como otros instrumentos, se servía de la física para trocear este manjar. Hoy en día el bacalao viene cortado, sin espinas y sin piel (solo falta que lo metan en comprimidos para no tener que masticarlo), aunque la guillotina podemos verla en algunas tiendas especializadas, y ciertamente en papelerías e imprentas…bueno, su versión moderna, claro!!

guillotina

  • Molinillo para café

Dado que el café se comercializaba en grano para que no perdiese su aroma y sabor (el café molido debe mantenerse en recipientes herméticos o al vacío, cosa que no era muy normal en aquellos tiempos), lo normal era que hubiese un molinillo de café en cada casa. Sin embargo, este maravilloso instrumento manual tenía su versión “familiar” en muchas tiendas de ultramarinos, donde se podía conseguir café molido al instante. Como en otros ejemplos, el sistema manual fue sustituido por uno eléctrico, acelerando el proceso, homogeneizando el molido, pero igualmente, restándole un poquito de “gracia” al asunto.

molinillocafe

  • Paletas o cucharones

Este es un grupo de instrumentos que no pasa de moda, dado que las paletas o cucharones se siguen usando en tiendas de alimentos a granel. Y aunque resulta curioso que lo que se vende a granel hoy en día no sean tanto las legumbres sino las chucherías, vamos a obviar lo que pensamos de los hábitos alimenticios en España y observar que, efectivamente, son muy parecidas a las que se usaban antaño. De madera o metal, grandes o pequeños, estos cucharones coronaban cada saco de legumbres, frutos secos, cereales o harinas.

cucharon

Hasta aquí este breve repaso por las herramientas e instrumentos de los ultramarinos, que, aunque en desuso, al menos se pueden ver decorando paredes y escaparates de algunos de nuestros “ultras”.